“Encontraron un tumor inoperable en su cerebro y su mayor deseo, antes de morir, era bailar con Beyonce”, confesó Ivy McGregor, voluntaria de la ONG que hizo posible este encuentro.
La artista dio un concierto en La Vegas y en medio de este interrumpió su presentación, bajó del escenario y se encontró con su joven fanática, que lloraba de la emoción.
Beyonce y Taylon bailaron y cantaron juntas, con lo que el deseo de la niña quedó más que satisfecho, y luego la exDestiny's Child le dedicó a la pequeña la canción Survivor.