Dos genes tienen una especial influencia en el desarrollo del cáncer de laringe. Esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de la Universidad de Oviedo, el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA) y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a través del Instituto Oncológico, dirigidos por el catedrático Carlos López Otín. Se trata de los genes que codifican las alfa-cateninas 2 y 3, dos proteínas que participan en el proceso de interacción entre células. Los investigadores han descubierto que esos genes están mutados e inactivados en un 15% de los cánceres de laringe, según publicó ayer la revista ‘Nature Communications’.
Uno de estos expertos, Víctor Quesada, que forma parte del grupo de López Otín, explicó a EL COMERCIO que «en principio los experimentos nos dicen que al perder estos genes, los tumores se vuelven más agresivos». Es decir, en esos casos las células que mutan crecen a una mayor velocidad e invaden los tejidos. Para llegar a esta conclusión fue necesario secuenciar la parte del genoma que codifica todas las proteínas de una célula en 4 tumores malignos de laringe. Luego se analizaron 85 muestras de cáncer adicionales para concluir que los genes de las alfa-cateninas 2 y 3 estaban frecuentemente mutados.
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