Los gases procedentes de los motores Diesel pueden provocar cáncer, según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pertenecen a la misma categoría de productos potencialmente letales, como el asbesto (presente en el amianto, muy usado en el pasado como material ignífugo), el arsénico o el gas mostaza, según la Agencia Internacional de Investigación del cáncer (IARC), dependiente de la OMS.
Los gases procedentes de la combustión del gasoil han sido recientemente reclasificados desde el grupo 2ª (probables cancerígenos) al grupo 1 (sustancias directamente relacionadas con el cáncer). Entre las ya citadas, pertenecen a este grupo sustancias como el alcohol y el tabaco. La evidencia científica fue calificada de “contundente”.