*.- El fundador de Zeltia afirma que sin la investigación no sólo no tendría futuro su empresa, si no también España y aspectos tan esenciales como la salud o la esperanza de vida.
*.- Y habla por propia experiencia, como empresario que apostó su patrimonio personal, hace más de un cuarto de siglo, convencido de que en los océanos se escondía la cura de muchas enfermedades, como el cáncer.
*.- Cuando ninguna farmacéutica prestaba atención al mar, el proyecto de Fernández Sousa-Faro conquistó a los inversores, convencidos de que una empresa española innovadora era una apuesta segura. Pero "el inversor no está acostumbrado al largo plazo y en Zeltia íbamos a contracorriente", asegura el presidente del grupo en una entrevista con EXPANSIÓN. Fernández Sousa-Faro tenía una confianza ciega en un proyecto que se convirtió en una auténtica carrera de obstáculos. Tras 20 años de investigación y cerca de 450 millones de euros invertidos, el primer antitumoral marino, Yondelis, ya estaba listo para su comercialización en 2003. Sin embargo, se produjeron varios retrasos en su aprobación en Europa y Estados Unidos, que obligaron al grupo a recurrir a ampliaciones de capital con la promesa de un medicamento revolucionario capaz de recuperar la inversión. "Los empleados lo vivían desde dentro y entendían qué estaba pasando", pero convencer a los inversores era más difícil, recuerda el empresario. En su opinión, la comunicación es clave para superar estas crisis, aunque a veces no es suficiente para convencer a los mercados.
*.- Pero José María Fernández Sousa-Faro se mantuvo firme y no tiró la toalla porque el presidente es el primero que tiene que dar ejemplo y demostrar que cree en el proyecto. Hasta que el tiempo le dio la razón y Zeltia, por fin, logró entrar en beneficios en 2011 gracias a PharmaMar y al que hoy es su medicamento estrella Yondelis, que aporta la mitad de las ventas del grupo.
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