A comienzos de los años 90 se empezó a generalizar la realización de una prueba sanguínea entre la población masculina mayor de 50 años. Se trata de un análisis que mide la cantidad del antígeno prostático específico (PSA), una proteína producida por la próstata, que había sido considerado un buen marcador tumoral. Sin embargo, años después de que muchos médicos, famosos y pacientes hayan promocionado esta prueba, parece que la evidencia científica muestra que se trata de un test poco útil y que, incluso, en muchas ocasiones genera más daños que beneficios. Esto es lo que afirma, en medio de un gran número de críticas, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EEUU (USPSTF, sus siglas en inglés).
...