Alerta sobre esa situación un estudio estadounidense difundido hoy.
Náuseas, sofocos, aumento de peso y dolor en las articulaciones son los síntomas que experimentan las pacientes tratadas contra la enfermedad, indicaron científicos del Colegio Northwestern University.
Los resultados de la pesquisa se basan en encuestas hechas a 686 mujeres con tumor de seno sometidas a terapia con fármacos inhibidores de la enzima aromatasas.
Esta molécula desempeña un papel clave en la biosíntesis de los estrógenos.
Como los estrógenos promueven ciertos tumores y otras enfermedades, los inhibidores de aromatasa son empleados en las terapias oncológicas.
Los tratamientos con medicamentos que inhiben la enzima son aplicados a las mujeres posmenopáusicas con tumor en el seno para reducir los niveles de estrógeno.
Cerca de dos tercios de los tumores en la mama son sensibles a los receptores de estrógeno y estos fármacos son capaces de reducir las probabilidades de recurrencia de la enfermedad.