El Huffington Post // Publicado: 31/01/2017 .
Malestar, mareos y dolores de cabeza. Estos eran los síntomas con los que Stephanie Dickson, una británica de 24 años, acudió al médico hasta en 14 ocasiones —según informa Mirror—.
Los médicos no le dieron demasiada importancia, por lo que le diagnosticaron unas simples migrañas. Sin embargo, el mal de Dickson era algo más que eso: la joven padecía un tumor benigno que le provocó una acumulación de presión en su cráneo que le provocó la muerte.
Tras el fallecimiento, los especialistas han corroborado que, con un tratamiento adecuado, Dickson habría tenido un 98% de opciones de vivir.
Tras lo sucedido, el entorno de Stephanie Dickson ha creado una iniciativa con el objetivo de recaudar fondos para la investigación sobre los tumores cerebrales.
01 febrero 2017
¿Cómo Reconocer el Cáncer de Próstata? . Post By Celtia .
1 de Febrero, 2017 // Con información de Dmedicina.com .
El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en los hombres. Según los datos del Registro Nacional de Cáncer de Próstata, en el que participan un total de 24 hospitales desde el año 2010 y más de 4.000 varones, cada año se diagnostican en nuestro país 25.000 nuevos casos. Es una patología tan común que, cuando se examina el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentran tumores en el 50 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los que superan los 90 años. Parte de ellos no llegan a ser conscientes de la enfermedad ya que, especialmente en las fases iniciales, el cáncer de próstata puede ser asintomático o presentar síntomas leves que pueden confundirse con los de otras patologías como la hiperplasia benigna de próstata o la infección urinaria.
Cada año, este tipo de cáncer cuesta la vida a unos 5.500 hombres en España, lo que lo convierte en la enfermedad oncológica con mayor índice de mortalidad, solo después del cáncer de pulmón, de acuerdo con los datos del Grupo Español de Tumores Genitourinarios – Oncología Médica (Sogug) del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Una detección precoz del tumor es clave para mejorar el pronóstico. De acuerdo con el Registro, la supervivencia global de los pacientes tratados supera el 90 por ciento a los tres años del diagnóstico. “Afortunadamente, el 90 por ciento de los enfermos se diagnostica en la etapa localizada (cuando el tumor está limitado a la próstata)”, explica José Manuel Cózar, presidente de la Asociación Española de Urología. En esta fase “se puede curar al paciente con cirugía, con terapia local o con radioterapia externa”, afirma el experto.
Las campañas de sensibilización toman en cuenta al 10 por ciento restante, que corresponde a los pacientes a los que se les diagnostica cáncer de próstata en estado avanzado (el 4 por ciento de ellos, con metástasis). En declaraciones a Diario Médico, Cózar ha hecho hincapié en la importancia de concienciar a la población masculina de la necesidad de acudir al médico de atención primaria para que derive al especialista ante la aparición de síntomas prostáticos. “El problema es que los hombres a veces son vanidosos y ocultan los síntomas prostáticos, que se asocian con la edad avanzada”, opina Cózar. De hecho, la edad frecuente de diagnóstico se produce en torno a los 60-70 años, y solo en un 17 por ciento de los casos el paciente tiene menos de 60 años.
Otro obstáculo para el diagnóstico temprano de la enfermedad puede ser la dificultad para reconocer los síntomas. Estos son los más frecuentes:
Sensación de irritación y escozor al orinar.
Polaquiuria: Aumento del número de micciones durante el día, que suelen ser de escasa cantidad.
Necesidad de levantarse por la noche varias veces para miccionar.
Poca fuerza del chorro de la orina.
Infecciones urinarias frecuentes.
Litiasis vesical: Propensión a la formación o presencia de cálculos en la vesícula.
Goteo posmiccional.
Hematuria o presencia de sangre en la orina: Este síntoma suele manifestarse cuando los tumores son localmente avanzados.
En un estado avanzado de la enfermedad, cuando el tumor se ha extendido fuera de la próstata, son frecuentes otros síntomas como edema o hinchazón, debilidad o incluso pérdida de fuerza en las piernas, dolores óseos, insuficiencia renal, pérdida de apetito y de peso o anemia.
“El riesgo actual de padecer cáncer de próstata se sitúa en un 20-25 por ciento, lo que significa que uno de cada cuatro o cinco varones españoles será diagnosticado de cáncer de próstata a lo largo de su vida”, alerta el presidente del Sogug, Daniel Castellano. Por esta razón, los especialistas recomiendan consultar al facultativo en caso de que se detecte alguno de los síntomas. Es importante que las personas con mayor probabilidad de contraer la enfermedad se sometan a controles médicos de forma frecuente, en especial, aquellos hombres con antecedentes de cáncer de próstata en su familia directa. Como explica Cózar, “a hermanos o hijos de pacientes se les realiza una vigilancia más estrecha a partir de los 45 años”, a pesar de que “nueve de cada diez casos aparecen en mayores de 65 años”, según Castellano.
El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en los hombres. Según los datos del Registro Nacional de Cáncer de Próstata, en el que participan un total de 24 hospitales desde el año 2010 y más de 4.000 varones, cada año se diagnostican en nuestro país 25.000 nuevos casos. Es una patología tan común que, cuando se examina el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentran tumores en el 50 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los que superan los 90 años. Parte de ellos no llegan a ser conscientes de la enfermedad ya que, especialmente en las fases iniciales, el cáncer de próstata puede ser asintomático o presentar síntomas leves que pueden confundirse con los de otras patologías como la hiperplasia benigna de próstata o la infección urinaria.
Cada año, este tipo de cáncer cuesta la vida a unos 5.500 hombres en España, lo que lo convierte en la enfermedad oncológica con mayor índice de mortalidad, solo después del cáncer de pulmón, de acuerdo con los datos del Grupo Español de Tumores Genitourinarios – Oncología Médica (Sogug) del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Una detección precoz del tumor es clave para mejorar el pronóstico. De acuerdo con el Registro, la supervivencia global de los pacientes tratados supera el 90 por ciento a los tres años del diagnóstico. “Afortunadamente, el 90 por ciento de los enfermos se diagnostica en la etapa localizada (cuando el tumor está limitado a la próstata)”, explica José Manuel Cózar, presidente de la Asociación Española de Urología. En esta fase “se puede curar al paciente con cirugía, con terapia local o con radioterapia externa”, afirma el experto.
Las campañas de sensibilización toman en cuenta al 10 por ciento restante, que corresponde a los pacientes a los que se les diagnostica cáncer de próstata en estado avanzado (el 4 por ciento de ellos, con metástasis). En declaraciones a Diario Médico, Cózar ha hecho hincapié en la importancia de concienciar a la población masculina de la necesidad de acudir al médico de atención primaria para que derive al especialista ante la aparición de síntomas prostáticos. “El problema es que los hombres a veces son vanidosos y ocultan los síntomas prostáticos, que se asocian con la edad avanzada”, opina Cózar. De hecho, la edad frecuente de diagnóstico se produce en torno a los 60-70 años, y solo en un 17 por ciento de los casos el paciente tiene menos de 60 años.
Otro obstáculo para el diagnóstico temprano de la enfermedad puede ser la dificultad para reconocer los síntomas. Estos son los más frecuentes:
Sensación de irritación y escozor al orinar.
Polaquiuria: Aumento del número de micciones durante el día, que suelen ser de escasa cantidad.
Necesidad de levantarse por la noche varias veces para miccionar.
Poca fuerza del chorro de la orina.
Infecciones urinarias frecuentes.
Litiasis vesical: Propensión a la formación o presencia de cálculos en la vesícula.
Goteo posmiccional.
Hematuria o presencia de sangre en la orina: Este síntoma suele manifestarse cuando los tumores son localmente avanzados.
En un estado avanzado de la enfermedad, cuando el tumor se ha extendido fuera de la próstata, son frecuentes otros síntomas como edema o hinchazón, debilidad o incluso pérdida de fuerza en las piernas, dolores óseos, insuficiencia renal, pérdida de apetito y de peso o anemia.
“El riesgo actual de padecer cáncer de próstata se sitúa en un 20-25 por ciento, lo que significa que uno de cada cuatro o cinco varones españoles será diagnosticado de cáncer de próstata a lo largo de su vida”, alerta el presidente del Sogug, Daniel Castellano. Por esta razón, los especialistas recomiendan consultar al facultativo en caso de que se detecte alguno de los síntomas. Es importante que las personas con mayor probabilidad de contraer la enfermedad se sometan a controles médicos de forma frecuente, en especial, aquellos hombres con antecedentes de cáncer de próstata en su familia directa. Como explica Cózar, “a hermanos o hijos de pacientes se les realiza una vigilancia más estrecha a partir de los 45 años”, a pesar de que “nueve de cada diez casos aparecen en mayores de 65 años”, según Castellano.
Yondelis , The Efficacy in Treating Ovarian Cancer. Expertos desde los EEUU : Hay una Necesidad Crítica de Nuevos Fármacos y Estrategias de Tratamiento para Mejorar los Resultados en el Cáncer de Ovario.
P.J. : A Señalar que dichos Expertos discrepan que Yondelis pueda estar Aprobado para el Tratamiento de Ovario en Decenas de Paises ... y NO EN EEUU y dan por echo que fue la propia FDA quien movio la portería de sitio con tal de no aprobar Yondelis - Ovario en EEUU la primera vez que fue presentado por J&J en el 2009 .
La FDA pedía PFS como objetivo Primario y a la hora de evaluar exigio OS ... J&J se vieron obligados en EEUU a Realizar Fase III Sarcoma ... y a volver a repetir la Fase III Ovario ...
Una vez terminada la Fase III Sarcomas consiguio ser Aprobado por fin en EEUU el año pasado ... y en el caso de Ovario continua en curso la Fase III ya en la recta final :
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Expert Opin Pharmacother. 2017 Jan 31.
The Efficacy of Trabectedin in Treating Ovarian Cancer.
Teplinsky E1, Herzog TJ2.
Author information :
1 : Assistant Professor, Hofstra Northwell School of Medicine, Monter Cancer Center, Don Monti Division of Hematology & Medical Oncology , 450 Lakeville Road, Lake Success , NY 11042.
2 : Deputy Director, University of Cincinnati Cancer Institute, Paul & Carolyn Flory Endowed Professor, Vice Chair- Quality and Safety, Dept. of Obstetrics and Gynecology, Medical Sciences Bldg. Suite 2005H, ML 0662, 231 Albert Sabin Way University of Cincinnati , Cincinnati , Ohio 45267-0662.
Abstract :
The majority of women with epithelial ovarian cancer present with advanced stage disease and as such, there is a critical need for novel drugs and treatment strategies to improve outcomes in ovarian cancer. Trabectedin is a unique cytotoxic agent with a complex mechanism of action. It binds to guanines in the N2 position in the minor groove of DNA and its cytotoxicity involves DNA repair pathways and transcription regulation. Trabectedin's activity is also related to the drug-induced changes of the tumor microenvironment. It has been shown to improve progression-free survival in combination with pegylated liposomal doxorubicin in patients with platinum-sensitive relapsed ovarian cancer. The most common adverse events experienced with trabectedin are nausea, vomiting, fatigue, neutropenia and transaminitis. Studies of biomarkers that are predictors of trabectedin benefit are underway. Areas Covered: This review covers trabectedin's mechanism of action and pharmacology, the clinical development of the drug in ovarian cancer, ongoing trials, a
nd the use of biomarkers to predict efficacy to trabectedin. Expert Opinion: Novel drugs and treatment strategies are critically needed in ovarian cancer. Based on current data, a role for the use of trabectedin in combination with PLD has emerged in treating relapsed ovarian cancer patients. Regulatory approval has not been harmonized in different regions of the world for trabectedin in ovarian cancer, where approval has been widespread overall, but a notable exception has been in the USA where approval was withheld.
Trabectedin has received approval recently for leiomyosarcomas and liposarcomas following prior anthracycline chemotherapy in the USA.
The OVA-301 trial showed a PFS benefit for the combination of trabectedin/PLD versus PLD alone in platinum sensitive relapsed ovarian cancer but there was no survival benefit observed . " It is important to note that PFS, and not OS, was the primary objective of the study ".
However, a survival benefit was seen in patients who were considered partially platinum-sensitive with a PFI of 6-12 months and this is where trabectedin's potential use primarily lies. Obviously, those who are not good candidates for additional platinum-based therapy due to toxicity or hypersensitivity may potentially benefit from this agent as well. It is important to consider the results of OVA-301 in combination with the preclinical data demonstrating that trabectedin resistance may result in increased sensitivity to platinum agents as well as the long held belief by some that artificial prolongation of the PFI with a non-platinum based therapy results in clinical benefit. This further supports the use of trabectedin in this subpopulation. Although the MITO8 trial certainly has its limitations, it does start to challenge this concept, which will be addressed in the very important INOVATYON study. The biggest challenge currently lies in identifying the best patient population who can benefit from trabectedin. As the field of oncology progresses, it has become evident that biomarkers of predictive efficacy are needed to personalize treatment decisions.
Trabectedin has demonstrated increased activity in some settings where homologous recombination deficiency is present. Biomarkers predicting activity are being studied as translational components for the current phase III trials in recurrent ovarian cancer. The availability and use of trabectedin will be largely predicated upon the results of the current Phase III trials. If any of these studies are positive, this compound will likely receive regulatory approval in the USA as well as in any remaining regions of the world where it is currently not approved in recurrent ovarian cancer. The need for central access for administration as well as the schedule disparity between the sarcoma indication (24-hour infusion) versus ovarian cancer (3-hour administration) requires further clarity. Availability of novel effective compounds expands the choices of therapy for patients afflicted with ovarian cancer.
La FDA pedía PFS como objetivo Primario y a la hora de evaluar exigio OS ... J&J se vieron obligados en EEUU a Realizar Fase III Sarcoma ... y a volver a repetir la Fase III Ovario ...
Una vez terminada la Fase III Sarcomas consiguio ser Aprobado por fin en EEUU el año pasado ... y en el caso de Ovario continua en curso la Fase III ya en la recta final :
Estimated Primary Completion Date: | September 2018 . |
Expert Opin Pharmacother. 2017 Jan 31.
The Efficacy of Trabectedin in Treating Ovarian Cancer.
Teplinsky E1, Herzog TJ2.
Author information :
1 : Assistant Professor, Hofstra Northwell School of Medicine, Monter Cancer Center, Don Monti Division of Hematology & Medical Oncology , 450 Lakeville Road, Lake Success , NY 11042.
2 : Deputy Director, University of Cincinnati Cancer Institute, Paul & Carolyn Flory Endowed Professor, Vice Chair- Quality and Safety, Dept. of Obstetrics and Gynecology, Medical Sciences Bldg. Suite 2005H, ML 0662, 231 Albert Sabin Way University of Cincinnati , Cincinnati , Ohio 45267-0662.
Abstract :
The majority of women with epithelial ovarian cancer present with advanced stage disease and as such, there is a critical need for novel drugs and treatment strategies to improve outcomes in ovarian cancer. Trabectedin is a unique cytotoxic agent with a complex mechanism of action. It binds to guanines in the N2 position in the minor groove of DNA and its cytotoxicity involves DNA repair pathways and transcription regulation. Trabectedin's activity is also related to the drug-induced changes of the tumor microenvironment. It has been shown to improve progression-free survival in combination with pegylated liposomal doxorubicin in patients with platinum-sensitive relapsed ovarian cancer. The most common adverse events experienced with trabectedin are nausea, vomiting, fatigue, neutropenia and transaminitis. Studies of biomarkers that are predictors of trabectedin benefit are underway. Areas Covered: This review covers trabectedin's mechanism of action and pharmacology, the clinical development of the drug in ovarian cancer, ongoing trials, a
Trabectedin has received approval recently for leiomyosarcomas and liposarcomas following prior anthracycline chemotherapy in the USA.
The OVA-301 trial showed a PFS benefit for the combination of trabectedin/PLD versus PLD alone in platinum sensitive relapsed ovarian cancer but there was no survival benefit observed . " It is important to note that PFS, and not OS, was the primary objective of the study ".
However, a survival benefit was seen in patients who were considered partially platinum-sensitive with a PFI of 6-12 months and this is where trabectedin's potential use primarily lies. Obviously, those who are not good candidates for additional platinum-based therapy due to toxicity or hypersensitivity may potentially benefit from this agent as well. It is important to consider the results of OVA-301 in combination with the preclinical data demonstrating that trabectedin resistance may result in increased sensitivity to platinum agents as well as the long held belief by some that artificial prolongation of the PFI with a non-platinum based therapy results in clinical benefit. This further supports the use of trabectedin in this subpopulation. Although the MITO8 trial certainly has its limitations, it does start to challenge this concept, which will be addressed in the very important INOVATYON study. The biggest challenge currently lies in identifying the best patient population who can benefit from trabectedin. As the field of oncology progresses, it has become evident that biomarkers of predictive efficacy are needed to personalize treatment decisions.
Trabectedin has demonstrated increased activity in some settings where homologous recombination deficiency is present. Biomarkers predicting activity are being studied as translational components for the current phase III trials in recurrent ovarian cancer. The availability and use of trabectedin will be largely predicated upon the results of the current Phase III trials. If any of these studies are positive, this compound will likely receive regulatory approval in the USA as well as in any remaining regions of the world where it is currently not approved in recurrent ovarian cancer. The need for central access for administration as well as the schedule disparity between the sarcoma indication (24-hour infusion) versus ovarian cancer (3-hour administration) requires further clarity. Availability of novel effective compounds expands the choices of therapy for patients afflicted with ovarian cancer.