*.- Las Aprobaciones de Yondelis en Japón y EEUU le pueden suponer 25 Millones Anuales .
*.- Zeltia se Reinventa en Pharmamar tras asegurar su Ebitda con Royalties .
*.- Tiene 39 Millones en Caja que le permiten Presentarse “Guapa” en el Nasdaq .
Zeltia ya es historia. Ha estrenado noviembre absorbida por su antigua filial farmacéutica, Pharmamar, que es la que ahora cotiza como propietaria de todos los activos y pasivos de Zeltia. A nivel contable este cambio no tiene efecto alguno en las cuentas del grupo. Pero a efectos de imagen, y posibilidades de financiación, sobre todo internacionales, la operación es muy importante. A todo ello se suma la reciente aprobación de su medicamento Yondelis para ciertos tratamientos de cáncer en EEUU y Japón, lo que le garantiza un nivel mínimo de beneficios vía royalties.
El último tropiezo con esta patente le hizo perder los 6 euros por acción hace seis años. ¿Volverá a recuperarlos?
Era su asignatura pendiente y lo ha logrado. Entrar en el mercado estadounidense de los productos anticancerígenos es casi un seguro de vida, por dos cosas: una, que supone el 45% del mercado mundial de este tipo de medicamentos.
Otro, que cuando un fármaco se comienza a administrar en los hospitales estadounidenses las ventas en Europa suelen subir alrededor de un 20% por el efecto de confianza cruzada que supone la doble aprobación por la EMEA (autoridad europea de medicamentos) y su colega de EEUU, la FAD.
Para Pharmamar esto no es ninguna broma. En 2014, según datos del grupo, Yondelis logró unas ventas netas de 76,5 millones de euros en el continente europeo, cifra que se verá incrementada algo este año 2015. Si los cálculos de los analistas se cumplen, para 2016 y los años sucesivos, las ventas de Yondelis en Europa podrían superar ya los 90 millones de euros, con un incremento de entre doce y quince millones anuales. A diferencia de otro tipo de industrias, en la farmacéutica, los costes importantes son los de investigación, con lo que cuando las ventas del fármaco aumentan los costes de fabricación son marginales y el incremento de facturación va casi íntegro al beneficio de explotación.
Esto es importante, pero está sin confirmar. Lo que sí es comprobable ya es el ingreso de sus primeros royalties importantes por la comercialización de Yondelis en los dos mercados más importantes del mundo en productos contra el cáncer: EEUU y Japón. El mercado nipón, que supone un 12% del mundial, abrió la puerta al fármaco de Pharmamar en septiembre. Y eso le va a suponer antes de final de año un ingreso directo de unos nueve millones de euros por royalties directos y a través de la multinacional Johnson & Johnson, cuya división de farmacia Janssen es la encargada de comercializar Yondelis en EEUU.
Margen para el I+D
La apertura del mercado estadounidense tras la aprobación otorgada por la FAD a finales de octubre le supone otro ingreso inmediato de nueve millones de euros y otro recurrente de entre 11 y 19 millones anuales por royalties en los próximos ejercicios, dependiendo del nivel efectivo de prescripciones que se realicen de este medicamento. Los ingresos recurrentes del mercado japonés podrían situarse a su vez en cifras algo más modestas, pero importantes, de entre dos y cuatro millones anuales por el Yondelis.
Todas estas cifras lo que hacen es asegurar un nivel de beneficio bruto de explotación (Ebitda) similar al actual para las próximos anos con niveles de inversión en I+D también similares a los de 2015 que son de los más altos de su historia, ya que tiene en desarrollo y ensayo nuevas aplicaciones del propio Yondelis y de otros fármacos para cánceres tan comunes como el de ovario y el de mama, aparte del sarcoma.
De hecho, por ejemplo, en las cifras a 30 de septiembre último, el grupo consolidado había visto caer su Ebitda de 25,6 a 16,6 millones de euros, debido a un incremento de 8,7 millones en la inversión en I+D que ha pasado de 37 a 45,7 millones en los nueve primeros meses de 2015. Los cobros inmediatos que va a recibir Pharmamar por la aprobación de Yondelis en Japón y EEUU van a sumar 18 millones de euros que harán subir su Ebitda a una cifra seguramente superior a los 25 millones de 2014.
Los nuevos ingresos recurrentes le garantizan un futuro a corto plazo sin sobresaltos financieros a actividad constante, pero el mundo de las empresas farmacéuticas es cualquier cosa menos constante. Su vida depende de nuevos descubrimientos que puedan comercializarse de forma masiva y que compensen el esfuerzo de inversión realizado con anterioridad. En previsión de que tales circunstancias pueden volver a darse en el seno del grupo, el máximo responsable del mismo, José María Fernández Sousa, decidió reorganizar su estructura. Las experiencias de desplomes en Bolsa por falta de capacidad financiera le han hecho aprender y ahora ha decidido dar la vuelta al negocio. Bueno, más que al negocio, a su puesta en escena.
La Fusión
Hasta ahora, Zeltia era un grupo comandado por la matriz del mismo nombre que nació como empresa química tradicional y luego agregó el negocio que era la gran pasión de su presidente, la biofarmacia. De Zeltia son marcas muy famosas, por ejemplo, la gama de insecticidas ZZ y la de pinturas y protectores de madera Xilazel. Zeltia vivió en Bolsa su momento de mayor esplendor entre 1998 y el año 2000, cuando comenzaron a culminar con éxito algunos de sus ensayos sobre fármacos contra el cáncer.
Las cifras no dejan lugar a dudas: la primera cotización de 1998 fue el equivalente a 30 céntimos de euro (entonces se cotizaba en pesetas) y cerró el año 2000 en el entorno de los 12 euros. La subida había sido del 4.000 por ciento. Pero duró poco.
En 2003 llegaron las primeras dudas serias sobre la aceptación de los fármacos por parte de las autoridades sanitarias. Sin el certificado de aprobación no hay ventas y la investigación no puede ser tirada por la borda. Hay que seguir. En julio de aquel año, después de las calabazas dadas por la EMEA a Yondelis, la cotización perdía el listón de los seis euros.
Nunca llegó a recuperarse del todo de aquel golpe. En 2007 alcanzó los ocho euros, pero en 2009 llegó un nuevo varapalo de la FDA, que siguió sin considerar medicamento al Yondelis y obligó a Pharmamar a repetir las pruebas clínicas de fase III. La acción volvió a caer desde los casi seis a los tres euros. Y así hasta ahora, cuando ha comenzado a subir y se ha estabilizado en torno a los cuatro euros en las últimas semanas.
Entre medias de ambos batacazos, y con el fin de poder seguir con las investigaciones, Zeltia tuvo que realizar una ampliación de capital en 2005. Quería arrancar a los inversores cien millones de euros a 6,05 euros por acción. No lo logró del todo. La colocación, dirigida por HSBC, sólo consiguió 65 millones (el 65%) y con eso tuvo que tirar.
Pero ahora, tras la entrada de su medicamento con más historia en los mercados comerciales de Japón y EEUU, Zeltia se ha dejado absorber por su filial Pharmamar en una operación que técnicamente se denomina fusión inversa, porque es la filial la que se come a la matriz.
Como Zeltia tenía el cien por cien de Pharmamar y la consolidaba íntegramente, la fusión no altera ni una coma las cifras consolidadas del grupo. Las acciones de Zeltia se han convertido en las de Pharmamar y a efectos contables o hay ningún cambio más. Pero la nueva empresa tiene entre sus proyectos más inmediatos comenzar a cotizar en el Nasdaq de la Bolsa de Nueva York. Y allí no es lo mismo llegar con una empresa de pinturas e insecticidas que tiene una filial de farmacia, que justo al revés. Ahora la que cotizará será una compañía de biofarmacia que tiene una filial de química de gran consumo. Algo mucho más parecido a lo que hacen las multinacionales farmacéuticas.
Hacia el Nasdaq
Las cifras ya daban cuenta de ese cambio. En las correspondientes a los tres primeros trimestres de 2015, por ejemplo, el Ebitda del negocio de fármacos ya era el triple que el de la química de gran consumo, y ello a pesar de la caída registrada por el beneficio de explotación de farmacia debido a la mayor inversión en I+D.
Ahora, tras el cambio en la estructura y la salida a cotizar en el Nasdaq, Pharmamar tendrá más fácil obtener recursos de los mercados, ya sea mediante la emisión de bonos o, en último caso, mediante ampliaciones de capital, que ahora serán hechas por la matriz para sí misma, y no como antes que Zeltia tenía que pedir dinero para su filial farmacéutica.
Zeltia colocó en julio pasado una emisión de bonos por una cuantía de 17 millones de euros, con un tipo del 4,5% anual y vencimiento a doce años, que le permiten respirar sin tener que acudir a por más financiación bancaria. A 30 de septiembre pasado, su deuda financiera neta era de 59 millones de euros ( 2,2 veces el Ebitda anual) y contaba con una caja disponible de 39 millones de euros.
Todas estas cifras parecen confirmar que la nueva Pharmamar prepara en firme su salida al Nasdaq con garantías. Las cifras de 2015 y los avances en sus investigaciones puede que hagan de palanca para su cotización.