Hasta hace poco los expertos subestimaban la relevancia de esta molécula en el desarrollo del cáncer, pero tras el estudio de los australianos se descubrió que esta es como un "caballo negro" para la proliferación de tumores.
Según el estudio publicado en la edición digital temprana de 'Cancer Cell', sugiere que el bloqueo de interleuquina-11 en última instancia podría proporcionar un nuevo enfoque interesante para el tratamiento de cáncer de intestino y de estómago, que son dos de los cánceres más comunes en todo el mundo.
Cuando un tumor se desarrolla, los tejidos normales (no cancerosos) que lo rodean pueden inflamarse y producir muchas moléculas diferentes, entre ellas, dos proteínas relacionadas con interleuquina-11 e interleucina-6.
Estas hormonas que actúan como moléculas de señalización se cree que promueven el crecimiento y la propagación de las células cancerosas, pero la interleuquina-11 se considera que tienen sólo un papel menor, si es que tiene alguno, durante el desarrollo del cáncer.
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13 agosto 2013
Tu Perro tambien puede tener Alzheimer .
¿Mi mascota podría tener Alzheimer?
MEXICALI, Baja California(PH) Déjame contarte un poco más: este síndrome es uno de los principales trastornos de comportamiento que se puede observar cuando los animales envejecen, el cual se encuentra directamente relacionado con los cambios físicos y químicos que suceden cuando la edad avanza.
Quisiera describir algunos de los cambios médicos que se pueden observar, pues si identificas por lo que está pasando tu animal de compañía, podrás entenderlo mejor. Con la edad su cuerpo absorbe menos los nutrientes que consume; su metabolismo se vuelve más lento; hay menor oxigenación a nivel celular y por lo tanto cerebral.
Por ejemplo el 33% de las mascotas mayores de 13 años presentarán alguna enfermedad cardiaca; esto pasa porque son más propensos a enfermarse, pues su sistema inmune ya no los defiende como antes. Su vejiga ya no funciona igual; se deteriora su función neuromuscular y sus articulaciones se degeneran; disminuye el número de sus neuronas y el tamaño y peso del cerebro; disminuye su agudeza visual, y puede perder la audición y el olfato, entre otras cosas. En este momento de su vida requiere más cuidados que nunca.
Todos estos cambios tienen diferentes implicaciones que son los signos principales de este Síndrome: ya no ve, oye o huele (o si lo hace, se ha reducido), puede orinarse donde no lo hacía ya sea por incontinencia o porque no se acuerda donde es el lugar apropiado, le cuesta trabajo moverse, duerme mucho en el día y poco por la noche, se vuelve muy ansioso, disminuye su actividad, pierde la curiosidad, ya no tolera hacer ejercicio, reacciona más lentamente al cumplir órdenes.
También disminuye su interacción social hacia los miembros de la familia, está más irritable y/o agresivo, se desorienta, tiene menor habilidad para reconocer gente, no identifica cuando tiene hambre, sed o calor, tiene problemas para desarrollar conductas previamente aprendidas, en ocasiones tiene la mirada perdida, tiene dificultad para encontrar la puerta, es decir, parece que se pierde o se queda atrapado en esquinas, se le olvida que iba a su plato a comer, llega a la mitad del camino se detiene y se va a otro lado, jadea excesivamente; entre otras conductas.
La consecuencia principal del SDC es la disminución de las habilidades cognitivas, así que es posible que parezca que te cambiaron a tu perro o a tu gato por otro distinto, provocando que la familia se sienta triste y a la vez angustiada por él. Para estar seguro de que tu animalito esta cambiado debido al síndrome, es necesario descartar otras causas médicas, y el diagnóstico lo debe hacer un médico veterinario.
Una vez que se diagnostica el SDC, el promedio de vida con un buen tratamiento puede ser de entre 1.5 a 2 años, lo que aún puede representar una verdadera vida con calidad, si realmente cuenta contigo. Si crees que tu compañero sufre de esta enfermedad, en lo que lo llevas al médico veterinario, trata de hacerle más cómoda y accesible la vida y su hogar: no muevas las cosas y muebles de lugar constantemente, pon tiras de piso antiderrapante en las escaleras o lugares muy resbalosos, juega con él rutinariamente, y visita a un médico veterinario especialista en conducta para que te recomiende la medicación adecuada.
Recuerda que él hizo mucho por ti y ahora puedes retribuírselo cuidándolo y procurando para que se sienta bien a pesar de esas condiciones.
MEXICALI, Baja California(PH) Déjame contarte un poco más: este síndrome es uno de los principales trastornos de comportamiento que se puede observar cuando los animales envejecen, el cual se encuentra directamente relacionado con los cambios físicos y químicos que suceden cuando la edad avanza.
Quisiera describir algunos de los cambios médicos que se pueden observar, pues si identificas por lo que está pasando tu animal de compañía, podrás entenderlo mejor. Con la edad su cuerpo absorbe menos los nutrientes que consume; su metabolismo se vuelve más lento; hay menor oxigenación a nivel celular y por lo tanto cerebral.
Por ejemplo el 33% de las mascotas mayores de 13 años presentarán alguna enfermedad cardiaca; esto pasa porque son más propensos a enfermarse, pues su sistema inmune ya no los defiende como antes. Su vejiga ya no funciona igual; se deteriora su función neuromuscular y sus articulaciones se degeneran; disminuye el número de sus neuronas y el tamaño y peso del cerebro; disminuye su agudeza visual, y puede perder la audición y el olfato, entre otras cosas. En este momento de su vida requiere más cuidados que nunca.
Todos estos cambios tienen diferentes implicaciones que son los signos principales de este Síndrome: ya no ve, oye o huele (o si lo hace, se ha reducido), puede orinarse donde no lo hacía ya sea por incontinencia o porque no se acuerda donde es el lugar apropiado, le cuesta trabajo moverse, duerme mucho en el día y poco por la noche, se vuelve muy ansioso, disminuye su actividad, pierde la curiosidad, ya no tolera hacer ejercicio, reacciona más lentamente al cumplir órdenes.
También disminuye su interacción social hacia los miembros de la familia, está más irritable y/o agresivo, se desorienta, tiene menor habilidad para reconocer gente, no identifica cuando tiene hambre, sed o calor, tiene problemas para desarrollar conductas previamente aprendidas, en ocasiones tiene la mirada perdida, tiene dificultad para encontrar la puerta, es decir, parece que se pierde o se queda atrapado en esquinas, se le olvida que iba a su plato a comer, llega a la mitad del camino se detiene y se va a otro lado, jadea excesivamente; entre otras conductas.
La consecuencia principal del SDC es la disminución de las habilidades cognitivas, así que es posible que parezca que te cambiaron a tu perro o a tu gato por otro distinto, provocando que la familia se sienta triste y a la vez angustiada por él. Para estar seguro de que tu animalito esta cambiado debido al síndrome, es necesario descartar otras causas médicas, y el diagnóstico lo debe hacer un médico veterinario.
Una vez que se diagnostica el SDC, el promedio de vida con un buen tratamiento puede ser de entre 1.5 a 2 años, lo que aún puede representar una verdadera vida con calidad, si realmente cuenta contigo. Si crees que tu compañero sufre de esta enfermedad, en lo que lo llevas al médico veterinario, trata de hacerle más cómoda y accesible la vida y su hogar: no muevas las cosas y muebles de lugar constantemente, pon tiras de piso antiderrapante en las escaleras o lugares muy resbalosos, juega con él rutinariamente, y visita a un médico veterinario especialista en conducta para que te recomiende la medicación adecuada.
Recuerda que él hizo mucho por ti y ahora puedes retribuírselo cuidándolo y procurando para que se sienta bien a pesar de esas condiciones.